Según el grado de intensidad del acné, se pueden realizar prácticas como peelings e incluso láser para mejorar las cicatrices o manchas no deseadas. La dermatóloga aplicará el mejor tratamiento según el caso. El procedimiento mejorará notablemente el aspecto de la piel y también aumentará la autoestima y calidad de vida del paciente.
Hay múltiples tratamientos para lograr una mejoría clínica de esta enfermedad crónica de la piel. Pueden utilizarse antibióticos en geles o cremas y, en algunos casos, es necesario administrar tratamientos por vía oral. La Luz Pulsada es una excelente opción ya que disminuye notoriamente el enrojecimiento y ardor mejorando la calidad de vida del paciente. Las lesiones vasculares (arañitas) se pueden tratar con Láser Vascular, el cual mejora la piel sin causar daño. Siempre bajo la supervisión profesional de la dermatóloga.
Actualmente se recomienda un control de lunares por año. La dermatoscopia es una técnica no invasiva que se utiliza para mejorar el estudio de los nuevos (lunares) y lesiones no pigmentadas de la piel. Se ven en detalle estructuras de la piel que a simple vista no pueden ser descubiertas. Es un método sencillo y aumenta la precisión en el diagnóstico precoz del melanoma. Se recomienda su realización fundamentalmente a aquellas personas que posean gran cantidad de lunares (más de 50), a los que tengan nuevos atípicos (asimétricos, de varios tonos, etc.), y a aquellos que tengan antecedentes personales o familiares con cáncer de piel.
